Ecos de Danielle Steel

¡Buenas Tardes nuevamente Queridos Lectores!

¿Cómo están pasando este comienzo de mes? Imagino que a muchos se les ha acabado las vacaciones y están volviendo al trabajo o al colegio. Así es la vida, lo bueno no dura tanto, por eso hay que aprovecharlo al máximo.

Y ahora, luego de divagar un poco, vamos a meternos de lleno en el mundo literario, más específicamente en Ecos de Danielle Steel. Sobre este libro, ya les había hecho un pequeño comentario, en la entrada sobre mis lecturas actuales, y ahora que lo he terminado, es tiempo de que les cuente como fue la experiencia de leerlo.

En mi primer lugar, Danielle Steel es una autora asociada al género romántico, y si bien sus libros se clasifican de esa forma, son muy diferente al típico estilo rosa, en donde la chica llora por amor, el hombre se la pasa pensando en ella, hay mucha melaza entre medio, con algún toque de histeria, etcétera, las típicas escenas casi de histeriqueo que se suelen ver en este género (al menos en los libros que he leído o intentado leer, (propuestos en algunos talleres de lectura de esta temática). Sin embargo, esta autora es muy diferente a eso, sus historias son más bien un reflejo de la vida real, con sus amores, sus alegrías y sus dramas, con un trasfondo casi tan importante como la historia de amor que se trata de contar.

Lo que caracteriza a esta autora, son sus personajes femeninos, con carácter, son fuertes y aunque la vida las golpea muy duro muchas veces, tienen ese coraje de volver a levantarse. A medida que vas conociendo a estos protagonistas, una se va encariñando con ellos, sufre y se alegra a la par de cada uno de ellos, como si en realidad fueran algo más que un personaje literario, como si en verdad fueran historias de personas reales a las cuales conocemos y de las que nos preocupamos.

En esta ocasión en Ecos, conocemos a Beata, una joven de 18 años perteneciente a una familia judía importante de la ciudad de Colonia en Alemania, estamos en el verano de 1915, en medio de la guerra que enfrenta a Alemania con su vecino país Francia. En medio de este clima, la familia Wittegenstein viaja a Suiza para distraerse y pasar unos días todos juntos, ya que los dos hijos varones han podido distanciarse del frente de batalla. Es así como Beata conoce a un hombre llamado Antoine  de Vallerand, católico y francés, del cual se enamora y resulta correspondida pero ambos saben que dada la situación entre sus países y sus creencias religiosas, sus familias jamás apoyarían su relación. Poco a poco, ambos se van conociendo y sus sentimientos se intensifican hasta que al final deciden enfrentar a sus familiar por el amor que se tienen, de esta forma da comienzo a la historia de Beata y Antoine, su lucha por estar juntos a pesar de las circunstancias y sus familias.

Hasta la mitad del libro, vamos viendo la vida que ambos tienen, las personas que los rodean y que los ayudan, y lo mucho que sufren ambos por todo lo que les pasa y los sacrificios que han de hacer por el amor que se tienen. Ambos demuestran que cuando el amor es verdadero puede enfrentarse a lo que sea y salir victoriosos, y así logran formar una familia y tener dos hermosas hijas Amadea y Daphne. Pero como no todo en la vida es alegría, su felicidad dura poco tiempo, ya estamos en el año 1935, con Hitler tomando el poder y afectando la vida de millones de judíos y de un país con demasiados problemas que permitió su avance, y en medio de toda esta locura la familia de Beata queda envuelta, a partir de aquí, es Amadea, la hija mayor quien toma protagonismo de la historia y a través de sus ojos terminaremos de conocer su destino. Un destino que al igual que el de su madre no será fácil, rodeada de peligros, pero de una fe inquebrantable, logrará avanzar poco a poco, peleando por lo que cree es correcto.

Una historia que no pueden dejar de leer, no solo por lo conmovedora que es, sino también por el trasfondo histórico que la acompaña. 

Clasificación:

¿Les llamó la atención este libro?

¿Han leído algo de esta autora?

Les mando un beso y espero nos estemos leyendo prontito.