¿Cómo están? ¿Ya se siente el cambio de estación por sus tierras? Por aquí, por suerte sí, el fresco ha llegado y la gente ya anda con prendas de manga larga (obviamente yo no, porque no me afecta el frío muajajaja por eso soy feliz)
Hoy les traigo una nueva reseña, El fabricante de muñecas de Miguel Aguerralde, una historia que se las trae y que si les gusta la temática media gore, suspenso y tensión hasta el final, este libro es para ustedes.
Este libro lo conocí, porque fue mencionado en algún grupo de face, no recuerdo exactamente en cual, pero sí que la persona que lo mencionó había dicho que no pudo terminarlo por lo explícito y descriptivo que resultaba, por lo cual me dije "chan... tengo que leerlo"
El fabricante de muñecas es un libro que nos cuenta por un lado la vida de Matt, el rojo, un policía que investiga las desapariciones en Las Palmas de Gran Canaria. Por otro lado, tenemos al viejo Damián, un chofer de autobuses, un hombre desagradable, con un tick nervioso que quiere hacerle el mejor regalo a su hija.. una casa de muñecas.
Tenemos el capítulo 0, 1 y 2 que son introductorios y arrancan a full haciendo que la adrenalina se dispare. D eentrada sabemos quién es el bueno, quien es el malo, y las cosas que nos esperan. ¿Entonces, cuál es la gracia del libro? Definitivamente el juego del gato y el ratón. El querer saber cuando y de qué forma van a terminar las cosas.
El libro no tiene ni una sola hoja de desperdicio, es una montaña rusa continua, empieza con intensidad y se desarrolla toda la trama con ese mismo ritmo.
Matt, el rojo, es un policía con una vida que se desmorona, con un trabajo que parece que va por el mismo camino, una hija con quien no sabe relacionarse. Este policía es quien deberá encontrar una explicación a tantas desapariciones en una carrera contra el reloj. Es un personaje que si lo tuvieras de compañero de trabajo dirías "tiene talento y lo tira por la borda, en cualquier momento lo rajan"
A medida que vamos viendo lo que está pasando, te dan ganas de agarrar a Matt y darle unas buenas patadas en el traste, decirle "joder hombre deja ya la bebida y A-P-U-R-A-T-E"
Por otro lado Damián... es un personaje con el que no quieres encontrarte, una saber que hombres como él existe. Sus acciones, sino están acostumbrados a leer este tipo de historias, con bastante detalles, sí se les hará perturbadora. Sí son de los que van leyendo e imaginando todo como una película, verán que la sangre abunda, el dolor y la muerte se sentirán intensamente, a tal punto que van a desear que todo termine y que este hombre sea detenido ya.
Hacia el final, te metes tanto en la historia que a mi me pasó de estar leyendo las últimas páginas tan tensa, que tenía el puño de la mano y los labios cerrados tan fuerte, que no me había dado cuenta hasta que terminé con la lectura y quede contracturada.
La emoción vale la pena, quizás a mi no se me hizo tan chocante porque estoy acostumbrada a leer este tipo de historias y ver películas de este estilo (son algo gore, pero no hay derramamiento de sangre gratuito o innecesario, simplemente se muestra la crueldad y la maldad de algunas personas y lo que son capaces de hacer).
En definitiva, es un libro que no te deja indiferente, que te atrapará desde la primera página y rogaras que la cacería termine. Sí les gustan las tramas de este tipo, sin lugar a dudas deben darle una oportunidad. Les aseguro que no volverán a ver a los choferes de autobuses de la misma manera.
¿Conocían este libro?
¿Conocían al autor?
¿Qué tipo de historias les gusta más leer?
Nos leemos prontito
Besos a todos.
Muchísimas gracias por tu reseña y por la recomendación.
ResponderBorrarUn abrazo fuerte,
Miguel.
Muchas gracias a ti por pasarte por el blog, me alegro que le gustara la reseña.
BorrarBesos
¡Hola guapa!
ResponderBorrarEstos libros me dan un poco de miedito y lo paso muy mal. Tiene pinta de ser increíble y mantenerte en vilo hasta el final pero creo que lo voy a dejar pasar porque sé que lo pasaré fatal.
Me alegro de que te gustase mucho :)
Un beso!
¡Hola Marta!
Borrarjajaja yo adoro esta temática, aunque después tenga pesadillas.. se podría decir que soy masoquista!!!
Besos