¡Buenos Días Lectores!
¿Cómo están? Por aquí feliz de que ha llegado la lluvia y el fresquito, al menos por unos días se puede respirar tranquila.
En el día de hoy les traigo una nueva reseña, se trata de El señor de las moscas de William Golding, un libro que ha sido nombrado y parodiado en muchos lugares, sin ir más lejos hasta hay un capítulo de Los Simpson que hace referencia a él, también es nombrado en Corazones en la Atlántida de Stephen King, pero ¿Qué tiene este libro para ser tan "popular"?
Una treintena de muchachos son los únicos supervivientes de un naufragio en el que perecen todos los adultos. Enseguida se plantea cómo sobrevivir en tales condiciones, y no tardan en crearse dos grupos con sus respectivos líderes. Ralph se convierte en el cabecilla de quienes están dispuestos a construir refugios y a recolectar, mientras que Jack se convierte en el jefe de los cazadores, animados por un espíritu más aventurero. Las tensiones entre ambos bandos desembocan en un enfrentamiento que se resuelve en un baño de sangre. El señor de las moscas es un nombre para el mal en la cultura judía, y este es uno de los temas principales de la novela, junto con la contraposición entre civilización y barbarie y la validez de la disciplina, entre otros muchos.
Como lo he dicho al comienzo, El señor de las moscas es un libro que en su momento, lo veía hasta en la sopa. Por todos lados me cruzaba con referencias a esta historia, desde programas de televisión hasta en otros libros.
Tanta curiosidad me terminó provocando, que no pudiera resistirme más y el año pasado me decidí a leerlo, dejando de lado las lecturas que tenía en ese momento entre manos. Además, me figuraba como uno de los libros más perturbadores dentro de la lista Flavorwire de los 50 libros más terroríficos que existen. (Lista con la cual estoy participando en el desafío #LaCosaHorrorosa organizado en Goodreads).
La historia en sí, tiene muchas interpretaciones posibles y depende del lector cual le dará. Puede ser considerada una crítica social, una visión de que pasaría si no existieran leyes, o quizás la esperanza de que a pesar de todo, hay en el ser humano una chispa de esperanza.
En este libro se narran los sucesos que les toca vivir a un grupo de niños británicos que van desde los 6 a los 12 años, tras el choque del avión en el que viajaban cerca de una isla desierta. Las edades son importantes, porque tenemos a los más pequeños, inocentes y no del todo conciente de lo que sucede, y a los más grandes, a esos que están a un paso de dejar la niñes y entrar en la adolescencia, aquellos que ya han vivido en una sociedad, conocen sus reglas, sus límites, su mundo y el mundo adulto no está tan alejado.
En un primer momento, apareceran dos personajes, dos niños de unos doce años, cuyas emociones ante lo que les ha sucedido es bastante opuesta. Por un lado tenemos a Ralph quién será nuestro pequeño gran protagonista, será su historia la que seguiremos con más detenimiento. Ralph siente una gran euforia por estar libre de adultos, quiere divertirse y pasarla bien en esta isla desierta.
Por otro lado tenemos a un niño al que llamarán Piggy (cerdito) por su aspecto físico, y quien sin duda se convertirá en la voz de la razón, aunque no siempre le presten atención o lo tengan en cuenta.
Poco a poco irán apareciendo más personajes, más niños salidos de distintos puntos de la isla, tras el accidente. Los más importantes serán los mellizos Sam y Eric, que se convertiran en personajes claves. Luego harán acto de presencia los niños de un coro, cuyo lider será Jack Merridew.
Todos estos niños no se conocían entre sí, salvo el grupo que formaba el coro, se irán generando amistades, alianzas pero también asperezas y rencores.
En un principio, y luego de que poco a poco comiencen a tomar conciencia de lo que les ha pasado, saben que tarde o temprano los adultos los van a buscar y rescatar, solo tienen que esperar. Pero es ahí cuando tienen que decidir cómo van a pasar el tiempo.
Una caracola que encuentran en la playa se convertirá en un elemento clave, será la que los ayude a organizarse, a actuar como en toda sociedad civilizada, ha hablar por turnos, a escucharse y elegir un líder que tome las decisiones y organice a todos, será esa caracola el símbolo del poder.
Tal como se esperaría, los niños comienzan a planear cosas, a tomar responsabilidades, a tratar de organizarse, pero al fin y al cabo solo son niños, no hay adultos, no hay reglas y por lo tanto, todos los planes tendrán sus altas y bajas.
Va pasando el tiempo, y las dificultades van haciendo estragos, las asperezas entre ellos son mayores, las cosas comienzan a tomar otro rumbo.
Cada hecho que se va narrando, va creciendo en intensidad, en un aspecto sombrío y macabro. Comenzamos a cuestionarnos si son solo niños inocentes llevados por las circunstancias o hay algo más. Hay un punto de quiebre, que es lo que marca ese desarrollo de la trama hacía lo más oscuro, las tensiones que se venían acumulando y que sospechábamos que en algún momento estallarían, lo hacen pero quizás de una forma que no llegabamos a esperarnos.
Las cosas van llevando una a la otra, como una cadena de sucesos predestinados, hasta que se llega a un punto límite que es traspasado y ya no hay vuelta atrás. El horror se introducirá en la escena y algunos de los niños tomarán conciencia de lo que realmente está ocurriendo.
¿Qué sucedería con la humanidad si no hubiera leyes, sino hubiera códigos morales a los que atenernos? ¿Qué pasaría si no hubiera castigos para nuestros actos? ¿Qué pasaría si no hubiera alguien que se encargará de castigar ciertos actos? Si no tuviéramos esa conciencia del bien y el mal, esa línea divisoria que nos impide hacer algo atroz ¿dónde estaría la sociedad hoy en día?
Quizás por mi forma de ver a la humanidad, es que el libro no me ha parecido perturbador, sino lo más normal. Mi concepto de nuestra especie no es del todo bueno, pienso que si no hubiera las ataduras morales, legales y religiosas que existen, nos comportaríamos tal como los niños en la isla.
Muy común es de escuchar que "los niños siempre dicen la verdad" aunque sea una verdad cruel o dura, ellos no tienen los filtros que se van adquiriendo a medida que se crece y se forma parte de una sociedad. Cuando somos niños decimos lo que pensamos sin filtros, sin el temor a dañar a alguien o ser crueles, simplemente lo decimos. Por eso también los niños son crueles con sus semejantes cuando le encuentran una diferencia, no por nada el bulling hace estragos en las escuelas ... entonces ¿por qué perturba tanto este libro a quienes lo leen?
Y hasta aquí llega la reseña de hoy.
¿Han leído este libro?
¿Opinan de igual forma?
Nos leemos prontito.
Besos a todos
Hola, Yani
ResponderBorrarEste es uno de mis libros favoritos que leí sobre los 13-14 años. Sin duda el autor explora el tema de civilizado frente a los salvaje pero, sobre todo, la pérdida de la inocencia.
Quizás, como comentas, para la sociedad actual ya no es una cosa que nos soprenda (lamentablemente) pero, por otra parte, ponte en ese punto de vista, realmente, Jack Y Ralph son los más mayores de la isla, los demás tienen sobre 6-8 años y ocurre lo que ocurre. Súmale que son británicos (los adalides de la buena educación y el saber estar, en teoría) y que la novela es de 1954 y ahí tienes por qué tiene fama de brutal y aterradora.
Yo soy de la teoría que hay que poner los libros en su contexto para entender algunas cosas pero comprendo que pienses que, a día de hoy, es lo que sucedería sin normas (y eso mismo es lo que plantea el autor.
Para mí, el momento final del libro en la playa lo explica todo.
Yo también encuentro referencias en todas partes, incluso en libros que he leído más recientemente. En fin, como ya sabes "la culpa es de Milhouse y de su estúpido pomelo" XD
Un besito.
Holis!!!! No es tanto por la época actual sino más bien por el concepto que tengo de los seres humanos... ahora, en el pasado y siempre...
BorrarLo leí hace chorrocientos de años y quedé muy sorprendida de su lectura, es un muy potente y recordando su contexto aunque haya sido escrito en los años '50 a mi parecer sigue siendo muy actual, saludos.
ResponderBorrarHolis!!!!
BorrarEs cierto creo que es un libro que por más años que pasen siempre estará vigente
Besos
Pues me llama la atención pero no tengo de momento sitio en mi lista de espera ;)
ResponderBorrarHolis!!!!
BorrarYo mejor ni miro mi lista de pendientes porque debe dar varias veces la vuelta al mundo jijiji
Besos
Hola Yanina! Oh, que buena reseña. La verdad que no conocía el libro pero me ha llamado bastante la atención lo que plantea. Hace poco empecé una serie que se llama The 100 en la que unos jóvenes son lanzados a la tierra y no tienen adultos que los supervisen, y es lo que crea en el libro, caos. Porque si no hay reglas, porque si quieren ser libres, siempre habrá algún que otro problema ya que no todos piensan igual
ResponderBorrarEs verdad que el mundo está roto, que cuando nos hacemos grandes no decimos todo lo que pensamos que cuando eramos pequeños, estoy muy de acuerdo con eso
Calculo que lo disfrutaste a tu manera, por lo menos no te ha perturbado haberlo leído xD
Un beso!
Hola Yuuki!!!
BorrarSí The 100 tengo pendiente tanto el libro como la serie.. algún día será. Sí, lo he disfrutado pero quizás por mi forma de ver las cosas no me ha resultado chocante como se esperaba de este tipo de libro. Sin lugar a dudas es una excelente lectura muy recomendada, espero que le des una oportunidad y luego me cuentes que tal.
Besos